La Cosecha

No hay ley que sea mas firme que la ley de la siembra y de la cosecha. Si se siembra una semilla de tomates, se cosecharan tomates. No hay nada de complicado en eso. Mas no creo que comprendamos que esa ley se va mas allá de lo natural. Se aplica a nuestras actitudes, nuestros comportamientos, nuestras acciones, y cuantas cosas mas pudiéramos agregar a la lista. Pero vivimos en una época de tanto egoísmo. Las personas quieren las bendiciones de Job, sin sufrir la sarna que le golpea. Ellos lo quieren todo, sin pagar nada.

¿Qué quieren? se les puede preguntar. La contestación seria, Queremos riquezas sin sacrificio, músculos sin dolor, Éxito sin desvelo, Salvación sin sacrificio, Entrar al cielo sin escarnio. Mas amado amigo, la Biblia nos dice claramente, No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará (Gálatas 6:7). Si siembras duda, segaras confusión, si siembras queja, segaras la infelicidad, si siembras odio, segaras guerra. No te engañes dice la Palabra. Solamente hay un camino que deja claridad mental y paz. ¿Cuál camino? Te preguntas.

Jesús dijo, La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da (Juan 14:27). En base a esto le preguntare, ¿Qué quieres cosechar? ¿Qué es lo mas importante? El problema del ser humano es que quiere solucionar sus propios problemas, y haciendo esto, se olvida de aquel que resuelve los problemas del hombre. La Biblia dice, El corazón del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos(Proverbios 16:9). Hacia donde vas en la vida? ¿Te has olvidado de Dios en tus metas? ¿Te has olvidado de las salvación? No te engañes, todo lo que siembres, eso segaras. Por tanto, diré, que antes de trazar nuestros planes, debemos meditar en lo que queremos cosechar.

Que Dios en su infinita misericordia nos guie en nuestra siembra, que el pecador siembre arrepentimiento, el herido siembre amor, el cristiano siembre perseverancia, y la cosecha traerá paz y vida eterna para todo aquel que invoque el nombre de Jesús en todos sus caminos.

Jesús dijo, bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí. (Mateo 11:6)