Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado, La obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos. (Salmos 44:1)
Cada ser humano tiene historias del pasado que le fueron trasladadas por quien lo crio. Algunas historias no son agradables escucharlas; Como lo es escuchar a un padre hablar de una vida esclavizada a la maldad, o a una madre llorar por la criatura que perdió. Cuantas historias hemos escuchado que en algún momento nos han hecho llorar, su propia historia en este momento puede que le este causando lagrimas. Las historias del pasado se mantienen vivas cuando las trasladamos a nuestros hijos, y las historias del presente algún día serán trasladadas a otros en el futuro. Los tiempos. El predicador dijo, ¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol. (Eclesiastés 1:9) Los tiempos. Nada cambia se dice, pero todo parece estar cambiando tan rápido. Muy bien lo dijo el predicador, lo que es ya fue y lo que sera ya es. Pues llegan tiempos de claridad y de refrigerio, y poco después, se convierten en tiempos de confusión y angustia. ¿Se ha dicho a si mismo, las cosas están malas? Bien lo has dicho y le diré el porque. La Biblia dice, También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. (2 Timoteo 3:1) El Peligro de estos tiempos se encuentra en la actitud que muchas veces nos controla, pues en tantas ocasiones nos sentimos saberlo todo, y el pensar saberlo todo nos impide aprender. Aprender de hombres y mujeres sencillos y del campo. Hombres que no lograron la grandeza por sus propias fuerzas; la lograron por hacer amistad con el mas grande de los grandes. Si deseamos ver a Dios obrar en este tiempo como lo hizo en aquellos tiempos que se levantaron grandes concilios y ministerios internacionales, no es decir que no existen, pero es decir que esa calidad de hombres es difícil encontrar. Los tiempos. Lo que vive del pasado es la memoria del mismo, y lo que vivirá del presente es la memoria de lo que hiciste con el. Con lagrimas y angustia por mis tiempos, le pido a Dios que los tiempos que vivo hoy, puedan ser marcados por alguien que se atrevió dejarlo todo por el, y que ese “alguien” sea bendito y prosperado en su andar, mientras lleva la enseñanza de la sana doctrina a las almas. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas. (Salmos 126:6) Que Dios nos despierte y nos lleve a un encuentro mas profundo con el. No el encuentro de la zarza que ardía sin consumirse, como al comienzo del llamado de Moises; Que tengamos un encuentro con su gloria de tal manera que tengamos que escondernos en la peña que es Cristo en este Tiempo.
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Rev. Samuel D. TorresEl Pastor Samuel Torres es un hombre criado en el evangelio y con un arduo deseo de expandir el reino de los cielos en la tierra. El proposito del Mensaje de hoy es traer una porción de las Sagradas Escrituras en la cual puedas meditar durante este nuevo día. Archivos
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