¿Alguna vez te has sentido con ganas de correr a algún lugar y estar allí a solas? Recientemente salí a hacer un ejercicio en un bosque cerca de mi hogar y me encontré una parte privada al lado del rio. Cuando llegue hasta allí me senté a la orilla del rio. La agua corría con bastante fuerza de tal manera que se podía escuchar su corriente, también se escuchaban las aves cantando; en ese momento quede invadido por una tranquilidad producida por la naturaleza perfecta de nuestro Dios. Me senté y comencé a meditar en mi Dios y en su Palabra. Encontré en ese lugar un refugio.
El Salmista escribió, Jehová será refugio del pobre, Refugio para el tiempo de angustia. (Salmos 9:9) No necesariamente necesitamos encontrar un lugar donde tengamos que llegar para refugiarnos literalmente, pues entonces al estar lejos de ese lugar nos quedaríamos sin opciones. No hay nada mejor para mi que saber que el Dios de esa naturaleza lo puedo encontrar en mi cuarto si solamente lo busco en oración. Por esto también escribió el salmista, Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; (Salmos 32:7) Amado hermano y amigo, corramos a Jesús de día a día, buscando refugiarnos en el cuando las ansiedades de este mundo nos quieren ahogar. El Apóstol Pablo explica bien los resultados de todo aquel que se refugia en el Señor. Él escribió, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos. (2 Corintios 4:8-9) En angustia y en dolor, En tribulaciones y aflicción; Estas cosas me han mostrado a mi Señor, Pues sin ellas no hubiese buscado su consolación. A Jesucristo eleve mi clamor, Y desde su santo trono me escucho. Vino en busca de mi, me abrazo y me protegió, Y desde entonces de Él no me alejo, Pues se ha convertido mi constante refugio.
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Cuando uno se enferma gravemente, busca un doctor que lo atienda. El doctor hace una serie de exámenes para ver que es lo que pudiera estar causando la enfermedad y después de hacerlos, escribirnos una recomendación a un doctor especialista en nuestro caso. El especialista se dedica dentro de su profesión a una cosa en especifica, lo cual lo capacita para atender casos graves dentro de su especialidad.
¿Cuántos enfermos espirituales existen? ¿Cuántos necesitan visitar un especialista para su condición espiritual? El Apóstol Pablo dijo, ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? (Romanos 7:24) Nuestra naturaleza carnal trae dentro de ella unas debilidades que nos llevan a enfermarnos espiritualmente. Los vicios, el alcohólico, las fiestas, los clubes nocturnos, las raíces de amargura, las heridas emocionales; Cuantos enfermos espirituales tienen necesidad de sanidad. Si me permite, le recomiendo un especialista. Él sano las heridas de una mujer samaritana, limpio la culpabilidad del Apóstol Pedro, quito la duda del Apóstol Tomas, perdono y restauro a una mujer adultera, le abrió los ojos a un ciego, le explico a Nicodemo lo que es el nuevo nacimiento y perdono los pecados de toda la humanidad en la cruz del calvario. Amado amigo, le recomiendo Él Especialista, se llama Jesús de Nazaret, el da esfuerzo al cansado y multiplica la fuerza de aquel que no tiene ninguna. Si te sientes herido emocionalmente, él te sana. Si tienes raíces de amargura, él las quita. Si estas atado al vicio, él rompe sus ataduras. Si tienes problemas en tu matrimonio, él te ayuda a resolverlos. Ven a el. Búscale y le hallaras. Su sangre te limpiara y su poder te restaurara. Amado lector, allégate a Jesús, pues él es, El Especialista. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. (Juan 11:25-26) Escrito por la Pastora Ruth Torres.
Un perfume fragante es algo que uno podría considerar como algo especial o de mucho valor. Hay muchos que ya tienen su fragancia preferida la cual les trae un sentimiento agradable. Nunca he visto una persona que se ponga un perfume que le guste y diga que desagradable olor, pero me lo pongo. Todos escogemos lo que nos parezca mejor. La palabra del Señor nos muestra en Juan 12:3 “entonces Maria tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.” Si miramos nuestras vidas espirituales, ¿Que clase de perfume le estamos ofreciendo a Dios? ¿Somos algo especial, puro y de gran precio o somos un perfume barato de imitación? ¿O simplemente, no tenemos ninguna fragancia, delante de la presencia de Dios? Como esta mujer, tenemos que ofrecerle al Señor nuestro mejor perfume. A ella no le importo el precio de ese perfume con el cual ella lavo los pies de Jesús. Aun los discípulos consideraban que era un desperdicio derramar algo tan caro sobre los pies de alguien. Algunas veces, damos lo mejor para nuestra propia ganancia, lo damos todo por los estudios, por el trabajo, por nuestras ambiciones. ¿Donde queda Dios en la lista de todo lo que queremos lograr? ¿Será que al derramar nuestro perfume sobre tantas otras cosas, no nos queda nada para ofrecerle a Dios? En mi vida me he propuesto algo, y es que antes que todas las cosas yo quiero ser el ejemplo del amor de Cristo, quiero que mis deseos, mis acciones y mis logros sean como un perfume agradable para Dios. Deseo que cuando Dios ponga su mirada en mi, de mi brote una fragancia especial que lo haga sonreír y sentir que su obra redentora en mi a producido algo caro y especial. Así que, mis amados lectores, vamos a dar a Dios nuestra mejor versión de nosotros mismos. No ser imitadores del mundo sino vivir en santidad para Dios y entregarnos por completo a su propósito para cada una de nuestras vidas. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo. (Filipenses 3:8) Todos los días nos despertamos, nos preparamos, salimos a nuestro trabajo y después, regresamos a nuestro hogar para comer, pasar tiempo con nuestra familia y dormir nuevamente. Ahora, mientras dormimos hay alguien sin dormir en alguna parte del mundo peleando una guerra. Aunque no los vemos ni los oímos, no significa que no esta sucediendo. Esto mismo se aplica al mundo espiritual.
Todos los días hay dos fuerzas luchando por nuestra alma, una fuerza busca nuestro bien y la otra fuerza busca nuestra destrucción. El Apóstol Pablo dijo, Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. (Efesios 6:12) Mientras vivimos nuestra vida las fuerzas de maldad maquinan en contra de nosotros sin cesar. Es por esto que Pablo le escribió a los Tesalonicenses, Orad sin cesar. (1 Tesalonicenses 5:17) Todo aquel que le ha entregado su vida a Jesús y clama diariamente por su protección no podrá ser destruido por el maligno. El diablo no le tiene miedo a un cristiano que no ora, ahora si oramos constantemente estamos guardándonos de sus maquinaciones. Jesús dijo, Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad. (Marcos 13:37) y el Apóstol Pedro nos dijo, Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; (1 Pedro 5:8) Nunca se olvide, amado hermano y amigo, que las fuerzas del maligno buscan nuestra destrucción, pero Cristo busca nuestra salvación. Jesús nos quiere dar vida y satanás nos quiere dar muerte. Jesús nos quiere dar libertad y satanás nos quiere encadenar. Jesús nos ofrece el paraíso y satanás nos ofrece el lugar de tormento. Jesús nos ofrece paz y satanás nos ofrece tempestad. Jesús nos ofrece gozo y satanás nos ofrece desesperación. Jesús nos ofrece el cielo y satanás nos ofrece el infierno. Escoge a Cristo y obtendrás libertad; deséchalo, y la esclavitud al pecado te esperara. Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. (Juan 10:9) La debilidad en el hombre se puede ver claramente en estos tiempos. La maldad que habita en el corazón de la humanidad nos es manifiesta cada día mas y mas. Los hombres no pueden abstenerse del pecado y la maldad que los controla pues son muy débiles para lograrlo. Jesucristo hablando dijo, el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. (Marcos 14:38) Aunque tengamos el deseo de apartarnos de la maldad, nuestra carne débil, nos impide lograrlo.
¿Cómo entonces logramos alcanzar la salvación? ¿Cómo logramos apartarnos del pecado y de la inmundicia? Jesucristo dijo, Velad y orad, para que no entréis en tentación; (Marcos 14:38) Nuestra naturaleza pecaminosa nos hace inclinarnos hacia el pecado, pero todo aquel que busca a Dios y su Espíritu Santo vence esa naturaleza. Esa naturaleza de maldad se puede vencer cuando nos sometemos a lo fuerte que Dios nos a provisto. El Apóstol Pablo escribió, Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. (Gálatas 5:16) Nuestra carne es mala y no podemos confiar en ella, ya que nos despertamos con ella, caminamos con ella, dormimos con ella y en cualquier lugar que nos encontremos allí esta con nosotros. Dominar la carne solamente se logra a través del Espíritu. Por esta razón la vida del cristiano es locura para el mundo. El mundo no comprende como el verdadero cristiano logra abstenerse de tantas cosas. Mas para nosotros es poder de Dios pues lo que no podíamos alcanzar a través de nuestra fuerza, con la de Él podemos. Por tanto, les diré esto, no importando cual sea su debilidad o flaqueza, pues eso no es lo importante, si cultivamos la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas día tras día, lograremos vencer la maldad que habita en nosotros. En nuestra debilidad escondámonos dentro de la fortaleza del Espíritu y venceremos. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.(Lucas 10:19) Qué malo es estar ligado a algo deseando librarse de la ligadura y no poder hacerlo. ¿Cuántos en este momento se sentirán así? ¿Cuántos están atados y no encuentran como romper con su atadura? El yugo de esclavitud al pecado los sostiene y no ven la forma de romper con el.
Cuanta carga siento en mi espíritu en estos días pensando en las ataduras invisibles de las personas. Hablando con diferentes personas y dando consejería me encuentro a tantos que están desesperados dentro de su condición. ¿Por qué los hombres se destruyen a ellos mismos rehusando rendirse totalmente a Dios? ¿Por qué no le buscan aun cuando el matrimonio se le esta destruyendo lentamente? ¿Por qué no logran romper con ese yugo? El Apóstol Pablo escribió, Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. (Gálatas 5:1) El yugo de esclavitud al pecado es algo que sutilmente entra a la vida del creyente y del pecador, de tal forma que cuando abrimos nuestros ojos, estamos tan esclavizados que no encontramos ni como liberarnos. El yugo del pecado es pesado y abrumador, pero el yugo del Señor es mas fácil de soportar. Jesús dijo, Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. (Mateos 11:29-30) ¿Cómo nos deshacemos del yugo de esclavitud al pecado? Primeramente, es necesario rendirnos totalmente a Jesús en espíritu, alma, y cuerpo. Segundo, es necesario llenarnos de la unción del Espíritu Santo, algo que se a perdido en estos tiempos. La Biblia dice, Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción. (Isaías 10:27) No conozco el nombre de su yugo; pudiera llamarse licor, adulterio, fornicación, malos deseos, envidia, celos, ira, malos pensamientos, etc. Pero el nombre del yugo no es lo importante. Lo importante es que usted sepa que Jesús lo rompe, el Espíritu Santo lo pudre, y quedaras en libertad de todo aquello que te aflige. El Señor llamando esta Y el que lo escuche, su vida salvara. Libertad espiritual te proveerá. El yugo que te esclaviza se pudrirá. Toma en este día el yugo de Jesús Y saldrás de las tinieblas a la luz. Gálatas 6:14
Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo. La gloria de la cruz es la que yo anhelo Aunque se parezca locura para el ateo. Poder de Dios es, para el creyente verdadero, Y por ella entrego, cada uno de mis deseos. Desechado y despreciado; esos son los trofeos. El doctorado se encuentra en tribulaciones y en desvelos. Este evangelio tengo yo como el poder supremo Aunque a escoria le parezca al sabio hecho necio. Soledad y aflicción, menosprecio y incomprensión, Estos son los maestros que me han llamado la atención, Pues mi Dios a través de ellos A provisto, para mi, capacitación. El que ama las tinieblas no comprenderá la luz, Y el que tiene amistad con las mismas no ha conocido a Jesús. La humillación y el desprecio se reciben con feliz actitud Pues esto es verdadera gloria, La gloria de la cruz. Amado hermano, sin cruz no hay gloria, sin batalla no hay victoria Sin muerte no hay resurrección, y no hay historia sin tribulación. Por tanto vamos a gloriarnos en el sacrificio perfecto de nuestro Señor y con gozo recibir, el vivir en humillación. Pues la gloria de este mundo algún día perecerá, Pero la gloria que yo busco, es la gloria eterna. No me glorío en mis capacidades Pues encontrare en las tales, Triste e incomparable necedad. Me glorío en la cruz. Si, la cruz de mi Jesús, Para después gozar con él, por la eternidad. Las metas son necesarias en la vida. Si no nos ponemos metas entonces, ¿Qué alcanzaríamos? Las metas son las que llevan a hombres y mujeres a sacrificarse por años para obtener un certificado de una universidad. Las metas son las que llevan a empresarios a desvelarse buscando desarrollar una mejor empresa. Las metas son las que llevan a los atletas a pasar horas en entrenamiento para después competir contra otros. Si no tenemos metas para alcanzar, entonces, ¿Qué lograríamos?
Esta regla se aplica a nuestra vida natural pero también se aplica a nuestra vida espiritual. Las metas terrenales nos llevan a esforzarnos y sacrificarnos para alcanzar algo en este mundo. Las metas celestiales nos llevan a esforzarnos y sacrificarnos para alcanzar algo para el Señor. El Apóstol Pablo le dijo a Timoteo, Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. (2 Timoteo 2:1) Y Isaías hablando de nuestro Dios nos dice, El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. (Isaías 40:29) Por tanto, si el Señor mismo dice que él nos esforzara, entonces tenemos por entendido que será una lucha para nosotros. ¿Cuántas metas hemos tenido en nuestra vida? ¿Cuánto hemos luchado para obtenerlas? Si nos esforzamos en nuestros trabajos terrenales, ¿Cuánto mas no deberíamos esforzarnos en nuestro trabajo para lo celestial? La Biblia dice, Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. (Hechos 14:22) ¿Difícil? Claro que si. ¿Doloroso? Muchas veces. Pero mas glorioso que los premios de este mundo. Por tanto, amado lector, ponga su mirada en el cielo y luche día tras día para obtener ese premio. ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado. (1 Corintios 9:24-27) ¿Quien entendiera mi situación? Agradar a Cristo es mi consolación. En mi dolor y mi angustia busco agarrar su manto, Para que de él pueda recibir lo que busco en mi llanto. Por ti Señor mi cuerpo golpeo. Por ti Jesús todo lo entrego. Mi meta es conquistar el mundo para tu reino. Mas cuando haya terminado, Siervo inútil soy, pues solo hice, lo mandado. Muchos buscan controlar los pensamientos de otros. Las compañías buscan sembrar el deseo de comprar sus productos con un comercial y, de esta forma, controlar nuestros pensamientos. Los gobiernos comunistas buscan controlar a los de su nación con el temor. Las gangas buscan controlar a sus miembros con miedo. Los terroristas buscan controlar a otros a través del terror. Repito, muchos buscan controlar los pensamientos de otros.
¿Por qué? La Biblia dice, Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. (Proverbios 23:7) Las decisiones de cualquier persona son tomadas en la mente y, por esta razón, muchos luchan por lograr controlar los pensamientos que por ella corren. Se sabe que si se logra controlar los pensamientos de alguien entonces se lograr controlarlo a el. El diablo siembra en nuestras mentes pensamientos de duda, de derrota, de confusión, de desesperación, etc. Buscando nuestra destrucción espiritual. ¿Cómo llega alguien al suicidio? ¿Cómo llegan matrimonios de personas cristianas al divorcio? ¿Qué lleva a un hombre a quitarle la pureza a una hija y destruirle la vida? ¿Qué controla la vida de una mujer que se olvida de su hogar para hundirse en el adulterio? Esto y mucho mas sucede cuando el enemigo de nuestras almas a logrado controlar nuestros pensamientos. La mente es un campo de batalla que tiene que ser muy protegido. Si no levantamos en ese campo una fortaleza inconmovible seremos arrastrados por cualquier doctrina o enseñanza de error. Ministros han caído por descuidar sus pensamientos, ministerios se han venido abajo porque no se cuido el pensamiento, multitud de personas hoy son arrastrados por vidas ensuciadas en el pecado porque no cuidaron sus pensamientos. Por esta razón es necesario que nos armemos de la Palabra de Dios, para que cuando llegue el momento de la batalla mental, tengamos con que pelear. La Biblia dice, Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos. (Isaías 26:3,4) Es necesario permitir que la Palabra de Dios se encarne en nosotros para que podamos estar firmes delante de las asechanzas del enemigo. El Apóstol Pedro dijo, Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; (1 Pedro 5:8) Atesoremos en nuestra mente la necesidad de orar, ayunar, vigilar, y estudiar las Sagradas Escrituras para que nuestro fundamento mental no tenga sombra de variación. Hijo mío, guarda mis razones, Y atesora contigo mis mandamientos. Guarda mis mandamientos y vivirás, Y mi ley como las niñas de tus ojos. (Proverbios 7:1-2) ¿A quien le gustaría sentirse inseguro? La contestación obvia es a nadie. A nadie le gusta la inseguridad. Recién hable con alguien que me explicaba como no estaba seguro si se mantendría en su trabajo o no y, dentro de la conversación me dijo, “no me gusta sentirme inseguro”. Esto inmediatamente me trajo a memoria un testimonio que escuche de mi padre.
Mi padre me testifico en cierta ocasión que su abuelo era muy religioso. El afirmaba que su religión era el catolicismo y que nunca cambiaría. Un día enfermó gravemente y mi padre fue a visitarle y le pregunto si iba para el cielo o para el infierno y su contestación fue, “eso nadie lo sabe”. Al escuchar esas palabras mi padre comenzó a hablarle de Dios y de la certeza que él tenia de su salvación y aquel abuelo a Cristo su vida entregó. ¿Qué caso triste el no saber si somos salvos o no? ¿Esta usted absolutamente seguro de que es salvo o esta inseguro? Si claudica en su pensamiento entonces, tienes que evaluar tu posición delante de nuestro Dios. La Biblia dice, El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. (Romanos 8:16) ¿Cuantas personas viven sus vidas en una apariencia de salvación pero, cuando un predicador lleno de la unción del Espíritu Santo les confronta por la Palabra, sienten inseguridad en su corazón? La inseguridad no nos agrada en nuestro diario vivir, ahora pregunto yo, ¿Estamos cómodos cuando nuestra salvación esta insegura? Amado lector, Cristo viene. Esta mas cerca de lo que muchos se imaginan. Se muestra aun en el alejamiento de muchos que decían ser hijos de Dios. La Biblia dice, Y he aquí, hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros. (Lucas 13:30) En este tiempo del fin veremos muchos de los que eran salvos apartarse de la verdad, y muchos que estaban perdidos abrazar a la verdad. No vacile en cuanto a su inseguridad espiritual. Acérquese al Señor; búsquele con todo su corazón; afirme su relación con Él; pues he aquí que el novio esta a la puerta y todo aquel que no este preparado se quedara. |
Rev. Samuel D. TorresEl Pastor Samuel Torres es un hombre criado en el evangelio y con un arduo deseo de expandir el reino de los cielos en la tierra. El proposito del Mensaje de hoy es traer una porción de las Sagradas Escrituras en la cual puedas meditar durante este nuevo día. Archivos
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