Porque el que en el Señor fue llamado siendo esclavo, liberto es del Señor; asimismo el que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo. (1Corintios 7:22)
¿Qué es verdaderamente la libertad? Cada día sale una noticia nueva hablando de la libertad femenil, la libertad de los derechos, la libertad de expresión, la libertad de protestar, la libertad de escoger como vivir, etc. Aunque algunas cosas que permanecen como libertades en la sociedad, ciertamente no son las mas importantes. Pero, ¿Qué es verdaderamente la libertad? ¿Cómo existen personas que siendo libres se sienten presos y otros que siendo presos se sienten libres? Mas allá de este mundo natural existe un mundo espiritual que influencia sobre las personas. En ese mundo espiritual hay fuerzas que buscan la destrucción de la humanidad, tanto en lo carnal como en lo espiritual. Jesucristo dijo, De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. (Juan 8:34) El pecado es algo que habita en cada uno de nosotros y todo aquel que no se ha entregado a Cristo es esclavo de ese pecado. No es decir que los que tienen a Cristo no pecan, pero si es decir que no están dominados por el andar pecaminoso. Jesús llama a los pecadores al arrepentimiento y a los que le sirven a una vida entregada a su evangelio. El llamado de Jesús a la mujer adultera fue vete y no peques mas, pero el llamado de Jesús al joven rico fue vende lo que tienes, dáselo a los pobres y sígueme. El que es esclavo del pecado, es hecho libre del pecado en el Señor; asimismo el que es libre en el Señor, esclavo es de este evangelio. Apliquemos este versículo a nuestra vida espiritual. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció. (2 Pedro 2:9) Si el pecado te vence, eres esclavo del pecado. Si Jesucristo te vence, eres esclavo de Jesús. Pero, ¿No nos ha llamado el Señor a la libertad? Si, pues la libertad espiritual es lo que mas vale en este mundo. Jesús, nos libera del pecado, de la maldad, de las concupiscencias de la carne, etc. Y a su vez nos convierte en esclavos de la justicia, de la bondad, de los deseos del Espíritu, etc. Mas esto digo hermanos, no somos esclavos porque nos han sometido a servidumbre, al contrario nos garantizaron la libertad mediante la sangre de Cristo; por este acto de divino amor nosotros mismos voluntariamente nos ponemos en servidumbre de aquel que con tan grande amor nos amo. Antes de gozar de los deleites de este mundo y los placeres temporales que en el hay prefiero entrar al cielo como esclavo de Jesús. Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. (Marcos 8:34)
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Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. (Gálatas 5:16-17)
La influencia llega a la vida del ser humano de muchas maneras diariamente. Cada uno de nosotros influimos sobre alguien y somos influenciados por otros. Dentro de esa influencia que se recibe de día a día hay algo que con sagacidad influye sobre la vida de muchos sin que logren comprender cuanto los influye. Lo peor es cuando lo que influye de esta manera se encuentra en el interior del hombre. Hay influencias que recibimos de nuestro exterior como lo es la influencia de un familiar, un amigo o un mentor en nuestras vidas. Pero mas allá esta la influencia que recibimos de nuestro interior. Existen aquellas cosas que desde adentro influyen sobre nosotros. Dentro de cada uno de nosotros moran los deseos de la carne y estos influyen para que solamente hagamos lo malo, aunque no queramos. El Apóstol Pablo dijo, Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. (Romanos 7:21) Existen tantas personas que desean hacer el bien; desean aceptar a Jesús como su salvador; desean apartarse de la mundanalidad; pero en su interior es mas fuerte la carne y los domina para que no hagan el bien que desean. Pablo escribió, Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. (Romanos 7:18-20) ¿Quién nos influencia? ¿La carne o el Espíritu? La Biblia dice, Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. (Romanos 8:6-8) Así como podemos decidir con quienes nos vamos a juntar para compartir, también podemos decidir quién vamos a dejar que nos influencié. Amado amigo, rechaza los deseos de la carne y abraza el deseo del Espíritu, pues este te quiere dirigir a Cristo y a la vida eterna con Dios. Hermano, rechaza los deseos engañosos de la carne. Los deseos que dicen que estas bien como estas y que no te hace falta nada mas. Dios nos llama a perfeccionarnos de día a día y romper con el pecado y la mundanalidad de día a día. Por mas santo que seamos siempre nos hará falta algo. Esto se aplica también al liberal que tuvo un encuentro con Dios. Dios lo llama a ir apartándose del pecado hasta que logre representar la santidad de Dios tanto en su interior como en su exterior. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. (Efesios 4:22-24) Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal; (Proverbios 3:5-7) |
Rev. Samuel D. TorresEl Pastor Samuel Torres es un hombre criado en el evangelio y con un arduo deseo de expandir el reino de los cielos en la tierra. El proposito del Mensaje de hoy es traer una porción de las Sagradas Escrituras en la cual puedas meditar durante este nuevo día. Archivos
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