Perseverancia

Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. (Marcos 13:13)

Cristo dejo claro la gran realidad de que todo aquel que lo aceptare seria aborrecido por causa de él. Hoy la Iglesia, que en un momento era considerada el fundamento de esta nación, esta siendo perseguida sutilmente por este mundo y los gobiernos. Prefieren encerrarnos en nuestros templos para no tener que escucharnos mas. Pero todo esto es solamente el cumplimiento de las palabras de nuestro Señor.

Amado lector, no se si has aceptado a Cristo como tu salvador o si aun no le sirves. Si no ha tomado la decisión de aceptarle entonces le diré, dese prisa, pues estamos acercándonos hacia el fin de los tiempos. Mas a todo aquel que si le conoce y que a experimentado el milagro del nuevo nacimiento como fue explicado por Jesús a Nicodemo en el libro de Juan capitulo 3 le preguntare, ¿Estas Perseverando?

Perseverar es algo mas que profesar conocerlo, es algo mas que asistir a la iglesia, es algo mas que vestirse de cristiano. La Biblia dice, Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. (1 Tesalonicenses 5:23) La perseverancia es mantenerse firme en la santidad que Dios pide y exige, aunque el mundo diga lo contrario.

Hermano, si estas dudando de lo que te ha sido enseñado toma mis palabras como una advertencia de Dios. Persevera. Persevera hasta el fin. La Biblia enseña que cuando el sumo sacerdote entraba en el tabernáculo no podía mostrar ni aun sus tobillos porque a Jehová le desagradaba. ¿Acaso el Espíritu Santo que el ha hecho morar en nosotros acepta todo lo que Dios impidió que entrase en el tabernáculo?¿Nosotros, somos exentos? Si nuestros cuerpos son el Tabernáculo del Espíritu ¿Como entonces debemos presentarnos? No hermanos. No seamos arrastrados por los que enseñan una palabra que tolera el pecado. Mas bien perseveremos en la santidad hasta el fin.

y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía (Apocalipsis 22:11)